La senadora de la República, Xóchitl Gálvez Ruiz, afirmó que nadie puede quitar los programas sociales porque son un derecho constitucional y son un mecanismo de ayuda para que las personas que viven en pobreza puedan alcanzar sus sueños.

Acompañada por su familia y por Dominga Murrieta Alberto, trabajadora del hogar; Alejandro Damián Martín, de la Comunidad Dios Padre, y de Luz del Carmen Zenteno, mamá de Emmanuel Vara Zenteno “Manu”, un joven ciclista que murió atropellado por un camión en Puebla, recordó que como legisladora una de sus propuestas es que la pensión para adultos mayores se entregue a partir de los 60 años, empezando en los municipios de alta y muy alta marginación.

Arropada por el presidente nacional del PAN, Marko Cortés; del presidente nacional del PRI, Alejandro Moreno, y del presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, así como por senadoras, senadores, diputadas, diputados, alcaldesas y alcaldes de la Ciudad de México, entre otros, explicó que en sus recorridos por el país los beneficiarios de apoyos sociales le han manifestado la necesidad de que regrese el Seguro Popular para que ya no compren sus medicinas.

“Desde aquí les digo claro: los programas sociales se quedan, ni un peso atrás en los programas sociales. El reto es que ahora, además de los programas sociales, todos, todos los mexicanos, sin importar su origen o condición, tengan salud, educación y oportunidades”, dijo en el Monumento a la Revolución.

Resaltó que desde la tribuna del Senado presentó alrededor de 300 iniciativas y puntos de acuerdo y 33 denuncias contra actos de corrupción como los casos de Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) y la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade).

“Los ciudadanos debemos saber en qué y cómo se invierte nuestro dinero. No es dinero del gobierno, es dinero del pueblo. Es inaceptable que Dos Bocas haya pasado de costar 160 mil millones de pesos y hoy esté costando 400 mil millones y no hemos sacado ni un bidón de gasolina de esa refinería”, sostuvo.

Enfatizó que no podemos permitir que la corrupción, la falta de transparencia y la negligencia criminal que sigue constando vidas. “Lo vimos con la Línea 12 del Metro, lo vimos con el Colegio Rébsamen, hemos visto que la negligencia criminal también es corrupción y también mata. Cada vida duele, cada vida que se pierde, les duele mucho a las familias, no son cifras, son personas, son familias rotas de dolor; no son una estadística”, expresó.

En materia de seguridad, recalcó que basta de “abrazos y no balazos” pues se necesita de una estrategia planeada con cabeza, corazón y carácter: cabeza para tener una buena estrategia, con visión integral, una estrategia que construya justicia cívica desde la calle, el barrio y la comunidad; una estrategia que apoye a las policías locales como unos aliados fundamentales.

La senadora dijo que sueña con un México donde todos puedan vivir tranquilos, salir a la calle sin miedo, que tengan una buena educación, que logren sus metas con un trabajo, que puedan abrir un negocio, que tengan un techo digno, que nunca les falte lo básico, que puedan formar sus familias, pero, sobre todo, que sean felices.

Explicó que la esperanza ya cambió de manos, vive en todos nuestros corazones, rompió el silencio, grita nuestras exigencias y nuestros deseos.

“Hemos puesto a México por encima de todos. Ésta es la hora de la verdad, la hora de los resultados, no de los pretextos; la hora de la realidad, no de las mentiras; la hora del activismo, no de la propaganda”, expresó.

Por último, Gálvez Ruiz sostuvo que es la hora de luchar con todo el corazón por nuestros abuelos, nuestros padres, por nuestros hijos y por las próximas generaciones que quieren un México en paz.

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