En un acto que ha generado controversia, el diputado Sergio López Sánchez, tras ser reelecto para esta nueva legislatura, solicitó licencia para ceder su puesto a su hermano, Israel López Sánchez.
Este movimiento ha sido interpretado como una práctica de nepotismo que recuerda a las antiguas dinámicas priistas, en las que los cargos públicos eran tratados como bienes heredables.
Esta acción contrasta de manera evidente con los principios expuestos por la diputada de Morena Clara Luz Flores Carrales en su propuesta presentada el pasado 17 de octubre en la Cámara de Diputados de San Lázaro.
Durante su intervención, Flores Carrales subrayó que: “La política no debe ser un lugar para favorecer amigos o familiares, sino para servir a las personas con principios.”
La legisladora explicó que su iniciativa busca combatir la corrupción que ha impregnado el sistema político nacional, afectando la transparencia y la equidad en el servicio público.
Además, enfatizó que uno de los objetivos fundamentales del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) es erradicar la corrupción en todos los niveles de gobierno.
Este caso pone en el centro del debate la necesidad de garantizar prácticas éticas en el ejercicio del poder, en consonancia con los principios de transparencia y servicio al pueblo que deben regir la política mexicana.