
Atraviesa por una transformación profunda: menos nacimientos, modelos familiares diversos y un cambio de perspectiva sobre el rol de las madres
Cada 10 de mayo, México celebra el Día de la Madre, una fecha profundamente arraigada en la cultura nacional que rinde homenaje a millones de mujeres. Sin embargo, más allá del festejo con flores, canciones y comida, este día también ofrece la oportunidad de reflexionar sobre cómo ha evolucionado la maternidad en el país.
Durante décadas, la maternidad en México fue sinónimo de abnegación, crianza en casa y responsabilidad exclusiva sobre hijas e hijos. Sin embargo, los datos recientes del INEGI y CONAPO revelan que ese modelo tradicional ha dado paso a nuevas formas de ejercer la maternidad, en un país que enfrenta una constante transformación demográfica y cultural.
La maternidad en México ya no se vive como antes. Cada vez más mujeres están redefiniendo lo que significa ser madre, alejándose del modelo tradicional de “mamá, papá e hijos” para dar paso a nuevas formas de familia, prioridades personales y vínculos afectivos, entre los que destaca una tendencia en crecimiento: los perrhijos.
Maternidad tradicional vs. nuevas realidades
Durante décadas, la figura de la madre estuvo ligada al rol exclusivo del cuidado del hogar y la crianza. Sin embargo, los cambios sociales, económicos y culturales han transformado profundamente este paradigma. Hoy, muchas mujeres mexicanas deciden postergar o incluso renunciar a la maternidad biológica, priorizando su desarrollo profesional, estabilidad financiera o bienestar emocional.
En este contexto, desde 2011 comenzó a popularizarse en redes sociales un término que hoy forma parte del lenguaje cotidiano: perrhijo, utilizado para describir a un perro que es tratado como un hijo, con los mismos cuidados, afecto y relevancia emocional dentro del hogar.
De la maternidad tradicional al empoderamiento femenino
Hace medio siglo, el modelo predominante de maternidad se basaba en el rol tradicional de la mujer como ama de casa. La expectativa era que las mujeres se dedicaran de tiempo completo al hogar y a la crianza de los hijos. En ese entonces, la mayoría se casaba joven y tenía familias numerosas.

Hoy, la maternidad mexicana se vive de forma más diversa. Muchas mujeres compaginan su rol de madres con carreras profesionales, estudios, emprendimientos y proyectos personales.
La figura de la madre tradicional convive ahora con madres solteras, jefas de familia, mujeres que deciden cuándo y cuántos hijos tener, y otras que eligen no ser madres.
Menos hijos y a mayor edad
Uno de los cambios más notorios es la caída sostenida en la tasa de natalidad. Según datos oficiales, en 1995 había aproximadamente 26.87 nacimientos por cada mil habitantes en México. Para 2022, la cifra se redujo a 14.64 nacimientos, lo que representa una disminución de más del 45 por ciento en 30 años.
Además, las mujeres mexicanas tienen hijos a edades más avanzadas. Si antes el primer embarazo ocurría entre los 20 y 22 años, hoy muchas lo hacen entre los 27 y 30 años, motivadas por su desarrollo profesional, la búsqueda de estabilidad económica o el deseo de alcanzar metas personales antes de formar una familia.
Más mujeres en el mundo laboral
La participación femenina en el mercado laboral también ha sido un factor clave en la transformación de la maternidad. Las madres trabajadoras enfrentan retos como la conciliación entre empleo y crianza, el acceso limitado a guarderías y las licencias de maternidad que, aunque garantizadas por ley, muchas veces son insuficientes o no respetadas.Cada 10 de mayo, México celebra a las madres, pero en últimos años ha cambiado el rol de la maternidad
Esta realidad ha generado nuevas dinámicas familiares, donde las responsabilidades del cuidado comienzan a compartirse más entre hombres y mujeres, aunque todavía persisten desafíos importantes en términos de equidad.
Avances médicos y tecnología en la maternidad
Los avances tecnológicos han permitido que la maternidad sea más segura. Hoy en día, ecografías avanzadas, pruebas genéticas y monitoreos prenatales brindan mayor control y prevención durante el embarazo.
Además, el acceso a internet y redes sociales permite a muchas mujeres informarse, intercambiar experiencias y crear redes de apoyo.
Diversidad y nuevos modelos de maternidad
La maternidad en México ya no se entiende como un modelo único. Existen madres solteras por elección, mujeres que recurren a tratamientos de fertilidad, parejas del mismo sexo que crían hijos, o mujeres que eligen no ser madres y enfocarse en otros proyectos de vida. Esta diversidad refleja un país más abierto y consciente de que no existe una sola manera de ser madre.
Baja la natalidad: cada vez menos mujeres deciden ser madres
Uno de los cambios más visibles en la maternidad mexicana es el descenso en los nacimientos. En 2023, se registraron más de 1.8 millones de nacimientos, con una tasa de 52.2 por cada mil mujeres en edad fértil, según datos del Inegi.
Esta cifra contrasta con la tasa de 74.2 registrada en 2014 y con los más de 2 millones de nacimientos proyectados anteriormente por el Consejo Nacional de Población (CONAPO).
Incluso, la fecundidad ha caído de manera significativa. Mientras que en 1997 las mujeres mexicanas tenían en promedio 2.7 hijos, para 2023 la cifra bajó a 1.6. Esta tendencia no solo refleja un cambio demográfico, sino también cultural y económico.
Fuente: Infobae