Por Jorge Vega Aguilar
Hace diez años surgió el fenómeno del café de especialidad en Oaxaca y, actualmente es un logro de productores y emprendedores, porque ha venido creciendo y beneficia a cientos de personas que se dedican a esa actividad.
Efraín Aragón Ibáñez, es el coordinador de la Escuela Oaxaqueña del Café, que tiene como propósito formar capital humano que participe en la cadena productiva del aromático para elevar la calidad de los servicios que se ofrecen en las diferentes escalas, desde el cultivo hasta el consumo.
Aragón Ibáñez es un técnico especializado en la cata del café y, mientras realiza una demostración de ese método de análisis, explica que en Oaxaca había un rezago tremendo con respecto al café de especialidad, pues ese concepto se creó en Europa desde hace varias décadas.
“Ahora las cosas están cambiando, y hace seis meses la Escuela Oaxaqueña del Café forma parte de un equipo técnico de la Secretaría de Fomento Agroalimenatrio y Desarrollo Rural (Sefader) y se trabaja en un esquema de apoyo a los productores de café de especialidad”.
“Una de las acciones es la realización de la primera edición de la Convencion del Café Oaxaqueño 2024, que se llevó a cabo del 6 al 8 de agosto en la Plaza de la Danza de esta ciudad”.
“También se trabaja en un plan de asistencia técnica especializada que iniciará el próximo mes de septiembre para atender los problemas de productores y emprendedores, tales como el intermediarismo”.
“Asimismo, lograr que Oaxaca sea sede del certamen denominado Taza de Excelencia, ya que éste es una ventana muy importante para la comercialización de microlotes de café de especialidad”, mencionó.
Dijo que durante los próximos cuatro años de la administración del Gobernador Salomón Jara Cruz, se prevé que la Convencion del Café Oaxaqueño atienda mediante un plan de seguimiento a 350 productores de café de especialidad cada año, además de los que se sumen, para llegar a tener alrededor de 2 mil.
El Coordinador de la Escuela Oaxaqueña del Café, describió que la cata del aromático es un proceso mediante el cual se analiza el aroma, sabor y demás atributos y defectos de esa bebida.
Los estímulos gustativos, olfativos y visuales que se obtienen en la cata permiten evaluar las propiedades del café.
Es un análisis también conocido como evaluación sensorial del café, cuyos pasos importantes son: oler, sorber, localizar y describir.
Ser catador de café, no sólo es acudir a una degustación, sino que es el responsable de asegurar la calidad del café en varios estadios de la producción.