El derretimiento de los polos como consecuencia de cambio global está modificado la rotación de la Tierra, lo que derivará en un retraso de tres años en la necesidad de un segundo intercalar.
Desde hace décadas la comunidad científica ha advertido sobre el derretimiento de los polos y las consecuencias que traerá a la humanidad, como inundaciones, un cambio en la temperatura del océano, fenómenos naturales más intensificados, como los huracanes, además de un desequilibrio ambiental de grandes proporciones.
Y es que lo efectos del cambio climático ya son tangibles, sin embargo, recientemente se descubrió que no solo afectar la temperatura del planeta, sino que el derretimiento del hielo polar está afectando el movimiento de rotación de la Tierra.
Un estudio publicado por Nature y realizado por la Universidad de California en San Diego, en Estados Unidos reveló que el deshielo en Groenlandia y la Antártida está reduciendo rápidamente la velocidad angular de la Tierra y cambia el tiempo del mismo.
Lo anterior significa que en unos años todas las personas en el mundo perderán un segundo de su tiempo, pues las horas y minutos de cada día están determinados por la rotación de la Tierra, sin embargo, si la rotación no es constante podría cambiar ligeramente, como consecuencia de lo que ocurre en la superficie de la Tierra y en su núcleo.
A lo largo de los años, se han agregado muchos segundos, pero después de una larga tendencia de desaceleración, la rotación de la Tierra ahora se está acelerando. Por primera vez será necesario retirar un segundo.
El calentamiento global ha provocado un aumento del deshielo en el Ártico, un agua que al derretirse va al océano y eleva el nivel del mar, lo que equivale a una transferencia de masa desde los polos al ecuador. Esto ralentiza la velocidad de rotación de la Tierra, explica el estudio.
Este cambio en la rotación del planeta significa que los relojes del mundo se ajustaran en un “segundo intercalar”, lo que puede parecer insignificante, pero puede tener un gran impacto en los sistemas informáticos. Estos efectos derivarían en un retraso de tres años en la necesidad de un segundo intercalar o segundo adicional.
Se había planeado retrasar un segundo este indicador en 2026, pero los cambios en la distribución de las masas polares eliminarían la necesidad de esta variación, retrasando su aplicación hasta 2029.
Así, el aplazamiento de un segundo intercalar es solo un ejemplo más del profundo impacto que tienen las actividades humanas en el cambio climático global.
Fuente: Excélsior