
Dicha variante fue detectada entre finales de marzo y principios de abril a través de pruebas aplicadas a viajeros internacionales
Una nueva variante del virus SARS-CoV-2, denominada NB.1.81, ha comenzado a despertar la preocupación de autoridades sanitarias internacionales tras su identificación en varias regiones de Estados Unidos. El origen de esta cepa está en China, donde ya ha generado un marcado aumento en hospitalizaciones y visitas a servicios de emergencia, de acuerdo con lo reportado por el New York Post.
La variante fue detectada en Estados Unidos entre finales de marzo y principios de abril a través de pruebas aplicadas a viajeros internacionales en aeropuertos de California, Washington, Virginia y Nueva York. También se han registrado casos adicionales en Ohio, Rhode Island y Hawái. No obstante, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades señalaron que el número de casos aún es demasiado bajo para incluir la variante en sus análisis estadísticos oficiales.
Pese a la escasa presencia confirmada, expertos en salud están alertando sobre su capacidad de propagación. En China, país donde la cepa NB.1.81 se volvió dominante, el impacto ha sido notable. Según las autoridades sanitarias, los ingresos por Covid en salas de emergencia se han más que duplicado en el último mes, pasando de un 7.5% a más del 16%. Las hospitalizaciones también se duplicaron, superando el 6% del total.
Situación en otras latitudes
En Hong Kong, las autoridades locales han informado del peor repunte de casos en más de un año, con 81 casos graves y 30 muertes registradas en apenas cuatro semanas. La mayoría de las víctimas son adultos mayores, lo que subraya el riesgo que representa para los grupos más vulnerables.
Pese a estos datos, el gobierno de Hong Kong ha intentado restar gravedad a la situación, argumentando que la variante no parece ser más letal que las anteriores. Sin embargo, científicos como la doctora Amy Edwards, de la Universidad Case Western Reserve, advierten que el aumento en hospitalizaciones en regiones donde NB.1.81 ha circulado es una señal de alarma.
“La transmisión parece ser más rápida que en otras variantes previas, aunque todavía no hay evidencia de que cause una enfermedad más grave”, dijo Edwards a medios estadounidenses. Subhash Verma, profesor de microbiología en la Universidad de Nevada, agregó que esta cepa muestra una “ventaja de crecimiento” que podría convertirla en la próxima dominante.
Otro aspecto preocupante es el posible escape inmunológico de la variante. El doctor Edwin Tsui, director del Centro de Protección de la Salud de Hong Kong, indicó que esta versión del virus podría haber evolucionado para sortear con mayor eficacia las defensas ofrecidas por las vacunas actuales. Por ello, recomendó que las autoridades sanitarias del mundo permanezcan alertas ante la posibilidad de nuevas cepas más virulentas o que no respondan adecuadamente a las inmunizaciones existentes.
Fuente: Publimetro