“Ustedes son infieles, porque los hombres quieren explorar diferentes ‘huecos’, diferentes ‘trincheras’”, aseguró Esperanza Gómez
“Los hombres necesariamente no son infieles porque no estén enamorados de su mujer”, aseguró la modelo y actriz Esperanza Gómez.
“Ustedes son infieles, porque los hombres quieren explorar diferentes ‘huecos’, diferentes ‘trincheras’”, aseguró.
Según Esperanza Gómez, una de las más exitosas actrices de la industria para adultos, ha dado el salto y que se convirtió en youtuber para hablar de sexo con mujeres anónimas y resolver sus dudas, precisó:
Los hombres “se aburren en la misma cueva”, lo que generó varias reacciones. “Yo eso lo entiendo, ustedes son infieles por placer, algo más carnal”.
Pero Esperanza Gómez tiene en claro que en Latinoamérica a las mujeres las educan con mucho miedo y cuidado de expresar nuestra sexualidad. “Nos dicen que el sexo tiene que ser con amor siempre, cuando estás enamorada, con tu pareja estable, pero si los hombres pueden tener sexo por placer con cualquier mujer ¿por qué nosotras no? no necesariamente uno tiene que hacer el amor enamorado.
Como parte de la infidelidad, abordó este tema en las mujeres. Gómez aseguró que cuando una mujer lo hace es porque hay algo más profundo detrás.
“El hecho de que una mujer sea infiel es más peligroso que la infidelidad de un hombre, porque nosotras somos infieles cuando ya no estamos enamoradas de nuestra pareja, o porque descubrimos que nuestra pareja nos está siendo infiel y desleal, y lo hacemos por venganza. Cuando una mujer decide ser infiel con otro hombre y lo hace recurrentemente, es porque ya tiene sentimientos involucrados”, puntualizó.
Sin embargo, no todo es infidelidad. “Puede que haya un monto de infidelidad en el mundo, pero también hay fieles en hombres y mujeres en el mundo, el amor es uno, que es una pareja de confianza”.
Esperanza Gómez dijo que en resumen, “según esa señora que de decente no tiene nada, los hombres ven a la mujer como un hueco”.
Y agregó: “No encuentro fallas en su lógica y el cacho de vaca duele más que el del toro”.
Fuente: Excélsior