
Con tristeza e impotencia, vemos como transcurren los años sin que nuestra hermana Claudia Uruchurtu Cruz regrese a casa. Nos han quitado la tranquilidad, pero nuestra fe nos mantiene en pie, para seguir exigiendo su búsqueda, así como justicia, verdad y reparación integral. La noche del 26 de marzo del año 2021, por órdenes de Lizbeth Victoria Huerta, Claudia fue desaparecida.
En la comisión de este delito de lesa humanidad participaron servidores públicos municipales, quienes utilizando vehículos oficiales cometieron este hecho deleznable. Todo fue planeado y ejecutado, cuidando detalles que hacen que a la fecha nuestra hermana no pueda ser localizada.
Las desapariciones forzadas que se cometen en México, cuentan con la aquiescencia y permisibilidad de las instituciones de procuración y administración de justicia, y de ello, nos hemos dado cuenta por el caso de nuestra hermana y por lo que está pasando no sólo en Oaxaca, sino también en Teuchitlán, Jalisco, en fechas recientes.
La falta de capacidad para realizar las investigaciones, la falta de peritos y profesionales técnicos, la falta de perspectiva de derechos humanos en los operadores del sistema de justicia, sin duda son parte de la impunidad que permean estos casos.
Por si lo anterior no fuera suficiente, la impunidad y control con el que actúan los gobiernos estatal y federal, y la falta de independencia entre poderes, generan las condiciones para que este tipo de hechos permanezcan y se reproduzcan para callar las voces de quienes como nuestra hermana buscaban y exigían justicia.
A 4 años de la desaparición forzada de nuestra hermana Claudia Uruchurtu Cruz, seguimos exigiendo su búsqueda, así como justicia, verdad y reparación, levantando la voz parra no normalizar y olvidar estos hechos como algo sin importancia, para recordarle a Salomón Jara, a Claudia Sheimbaun y a Lizbeth Victoria Huerta que no descansaremos hasta encontrar a Claudia.
Londres Inglaterra, 26 de marzo de 2025. Elizabeth y Sara Georgina Uruchurtu Cruz.