Su nombre se ha asociado nuevamente con el crimen organizado
Gerardo Ortíz, uno de los exponentes más destacados de la música regional mexicana, vuelve a acaparar los titulares, pero esta vez por razones que van más allá de su carrera artística. Este 24 de diciembre, su nombre resurgió en los medios debido a una nueva controversia: su posible vinculación con el crimen organizado, específicamente con un reconocido cartel del narcotráfico mexicano. Este no es el primer escándalo que lo rodea, ya que su trayectoria ha estado marcada por varias situaciones polémicas, incluyendo su relación con figuras del narcotráfico, lo que ha alimentado aún más las especulaciones sobre su vida personal y profesional.
El contexto que rodea a Gerardo Ortíz es complejo, y su historia no solo se limita a la música. A lo largo de los años, ha sido un personaje que ha sabido manejar su imagen entre la fama, la controversia y las sombras que siempre acechan a los artistas populares. En esta ocasión, su nombre se ha asociado nuevamente con el crimen organizado, después de que se hicieran públicos los detalles de una investigación relacionada con su manejo empresarial y los vínculos de su exmánager con el narcotráfico.
El inicio de una carrera: “Código F.A.M.A.”
Gerardo Ortíz nació el 5 de octubre de 1989 en Pasadena, California. Desde joven, mostró una inclinación por la música, influenciado por su entorno familiar, pues su padre, Antonio Ortíz, fue un músico reconocido. Fue en su adolescencia cuando dio el primer gran paso hacia su carrera artística, al participar en el programa de televisión Código F.A.M.A., un reality show infantil que catapultó a varios jóvenes talentos. Aunque Ortíz no fue el ganador de la competencia, su participación le permitió ganar visibilidad, lo que le abrió las puertas para entrar al competitivo mundo de la música mexicana.
A partir de ahí, su carrera despegó de manera vertiginosa. A lo largo de los años, Gerardo Ortíz se fue consolidando como uno de los principales exponentes del género de los narcocorridos, una subcategoría del regional mexicano que, a través de sus letras, aborda temas relacionados con el crimen organizado y la violencia. Canciones como “Dámaso”, “A la orden del Flaco” y “El Supremo” le aseguraron una base de seguidores tanto en México como en Estados Unidos, convirtiéndolo en un ícono de este controversial subgénero musical.
Controversias en la carrera de Gerardo Ortiz
Aunque su música le ha otorgado fama y éxito, la carrera de Gerardo Ortíz no ha estado exenta de polémicas. Desde el inicio de su trayectoria, su estilo directo y sus letras relacionadas con el narcotráfico le han valido tanto seguidores como detractores. En 2016, uno de los episodios más criticados ocurrió cuando fue detenido en Guadalajara, Jalisco, debido a un video musical en el que se mostraban escenas violentas, lo que desató un debate sobre la responsabilidad de los artistas en la representación de la violencia. Aunque Ortíz fue liberado bajo fianza, este incidente encendió las alarmas sobre el contenido de sus canciones y su impacto en la audiencia.
Además, durante los últimos años, ha surgido la especulación sobre su posible relación con el crimen organizado. La conexión entre Ortíz y figuras del narcotráfico ha sido mencionada en diversas ocasiones, aunque sin pruebas contundentes que lo vinculen directamente con actividades ilegales. Sin embargo, las acusaciones han mantenido el tema en la palestra.
¿Está vinculado con el narcotráfico?
El caso más reciente que involucra a Gerardo Ortíz ha trascendido fronteras. Según informes de la Fiscalía de Estados Unidos, el cantante mexicano estaría vinculado a Ángel del Villar y Luca Scalisi, presidentes de la firma Del Entertainment, quienes estarían siendo investigados por sus presuntos vínculos con el narcotráfico. La acusación sugiere que Ortíz, representado en su momento por esta empresa, continuó realizando conciertos en México, en eventos promocionados por Jesús Pérez Avear, exmánager del cantante y conocido por sus conexiones con el crimen organizado. En el informe de la Fiscalía estadounidense, se afirma que los acusados sabían de la implicación de Pérez en el narcotráfico, pero permitieron que Ortíz siguiera trabajando con él.
Fuente: El Heraldo de México
