La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, calificó como una “calumnia” las declaraciones del mandatario estadounidense, Donald Trump, quien acusó al gobierno mexicano de mantener nexos con el narcotráfico. En respuesta, Sheinbaum anunció la implementación de aranceles como represalia a los impuestos decretados este sábado por la administración republicana.
“Rechazamos categóricamente la calumnia de la Casa Blanca que acusa al Gobierno de México de tener alianzas con organizaciones criminales”, expresó la presidenta en la red social X. Además, informó sobre la adopción de “medidas arancelarias” para defender los intereses del país.
Sin precisar detalles, Sheinbaum indicó que ha instruido al secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para ejecutar un “plan B” que contempla tanto medidas arancelarias como no arancelarias.
Tras el anuncio de Trump y sus inusuales acusaciones, miembros del gabinete mexicano acudieron a Palacio Nacional, según imágenes difundidas por medios locales.
Respuesta de México ante las acusaciones
Sheinbaum enfatizó que la verdadera “alianza” con el crimen organizado se encuentra en las armerías de Estados Unidos, de donde proviene la mayoría de las armas traficadas hacia México y utilizadas por grupos delictivos.
“Nuestro gobierno ha asegurado en cuatro meses más de 40 toneladas de drogas, incluyendo 20 millones de dosis de fentanilo. También hemos detenido a más de diez mil personas vinculadas con estas organizaciones”, destacó la mandataria.
Además, Sheinbaum reafirmó la disposición de México para evitar una confrontación con Estados Unidos e instó a Trump a establecer una “mesa de trabajo” con expertos en seguridad y salud pública. Asimismo, pidió a Washington reforzar las campañas de prevención del consumo de drogas y mejorar el control de su distribución en las calles.
Por otro lado, la presidenta subrayó los esfuerzos de su gobierno para contener el flujo de migrantes indocumentados hacia Estados Unidos, una de las razones esgrimidas por Trump para justificar la imposición de aranceles.
Con estas medidas, México busca proteger su soberanía y rechazar cualquier intento de desacreditar su lucha contra el crimen organizado.
